8 alimentos que debes evitar si tienes un hígado graso

En este artículo, descubrirá 8 alimentos que literalmente están matando a su hígado, y los síntomas de hígado graso que literalmente le privan de su salud y felicidad.

Comer estos alimentos conduce a ...

• Peso extra en su vientre, muslos y caderas
• Colesterol alto
• Cansancio y pereza
• Niebla mental y problemas para enfocar la atención
• Visión borrosa o sensible a la luz
• Parte posterior o lado derecho que están constantemente adoloridos
• Diarrea o movimientos intestinales irregulares
• Ojos rojos y con comezón
• Síndrome X o enfermedad cardíaca
• Orina oscura o marrón
• Resistencia a la insulina o diabetes
• Problemas para consumir alcohol
• Piel amarillenta

Por supuesto, hay más para revertir el hígado graso que simplemente evitar estos 8 alimentos, también necesita saber qué comer para sanar su cuerpo . Sin embargo, eliminarlos será un buen comienzo para mejorar tu salud general y recuperar tu hígado.

Si le diagnosticaron hígado graso, no esperare para atenderlo y no sea demasiado tarde para revertir el daño, podría enfrentar diabetes, cirrosis, ataque cardíaco, insuficiencia hepática e incluso cáncer.

Debes detener el envenenamiento 
antes de poder comenzar la curación

Hay una serie de grandes beneficios además de un hígado saludable cuando elimina estos elementos tóxicos de su vida.

• Tu cerebro se vuelve más nítido
• Duermes más fácil y más profundamente
• Tus sentidos mejoran (gusto, olfato, tacto, vista y audición)
• Te encuentras sintiendo menos estrés, ansiedad y depresión
• Tu respiracion mas facil
• Su inflamación y dolor en las articulaciones disminuye
• Tu piel y cabello comienzan a verse fuertes y saludables
• Tú pierdes peso

Mientras más saludable y feliz seas, mejores serán tus funciones hepáticas. Y mientras mejores sean tus funciones hepáticas, más saludable y feliz eres. Pero cuidado, que también funciona en la otra dirección, y en lugar de dando vueltas hacia arriba , usted puede encontrarse dando vueltas hacia abajo .

Si eso le sucede a usted, es hora de cambiar su vida y comenzar a sanar su hígado y cuerpo con la herramienta más poderosa que tiene: su dieta.

8 alimentos para evitar si quieres un hígado feliz

Muchos de estos alimentos NO serán una gran sorpresa, pero muchas personas aprecian el recordatorio, especialmente porque hay mucha tentación y confusión en cuanto a qué comer. El objetivo es ayudarte a cambiar a una dieta más saludable y comenzar a prestar atención a lo que pones en tu cuerpo.

Mira, la mayoría de las comidas son automáticas, vemos algo familiar, por ejemplo, un hot-dog, y lo siguiente que sabemos es que le hemos agregado salsa azucarada y ketchup y lo hemos metido en la boca.

No nos molesta los perritos calientes ni nada, pero si estuvieras realmente prestando atención, ¿lo habrías hecho tan dulce?

¿Lo hubieras comido en 3 bocados?

Diablos, ¿ya lo habrías ordenado?

Utiliza este artículo para ayudarte:

1. Rompe tus viejos patrones de comida
2. Toma conciencia de lo que comes y bebes
3. Comience a leer las etiquetas de los alimentos con diligencia

¡Puedes hacerlo! Usted  ya ha tomado el primer paso hacia la recuperación educándose. Así que echemos un vistazo a las ocho cosas que debe evitar si desea un hígado saludable y comience por el camino correcto ...

1. Evita el alcohol

De todas las cosas que ingiere, el alcohol debe evitarse por completo. Si su hígado está comprometido o graso, o si tiene hepatitis, cirrosis, fibrosis o cicatrización de cualquier tipo, el alcohol es literalmente veneno.

Incluso si su condición es de la variedad no alcohólica, beber puede ser peligroso porque reduce la funcionalidad de la parte de su hígado que aún está sana (es decir, la parte que lo mantiene con vida).

No estoy diciendo que nunca pueda volver a beber, pero la mayoría de los médicos y expertos en hígado le recomendarán que tome un descanso del alcohol mientras se recupera (6 a 12 meses), especialmente si desea revertir el daño existente. Después de un mes, probablemente ni siquiera lo perderá.

No solo se lo agradecerá su hígado, sino que es mucho más fácil perder peso y mantenerse sano cuando se está absteniendo de consumir alcohol.

2. Evite el azúcar refinado

A pesar de lo que pueda haber escuchado, el azúcar es aún más peligroso que la grasa saturada cuando se trata de la salud del hígado. Los peores azúcares son versiones refinadas. Azúcares agregados se encuentran en un enorme 80% de todos los alimentos procesados.

Por supuesto, ya sabes que los dulces, refrescos, postres y productos horneados tienen un alto contenido de azúcar y deben evitarse. Pero incluso se ha convertido en comida salada, como sopa, galletas, aderezos para ensaladas y patatas fritas, por lo que son muy adictivos.

Los jugos de fruta comerciales, las bebidas energéticas, los cereales supuestamente "saludables" y los condimentos (estoy hablando de ketchup) pueden contener niveles peligrosos de jarabe de maíz con alto contenido de fructosa, que daña el hígado y deteriora la salud general.

El resultado final es la inflamación, la resistencia a la insulina, la diabetes, las enfermedades cardíacas y muchas otras afecciones graves, todas las cuales causan estragos en el hígado y lo hacen graso.

3. Evitar granos procesados

Los granos integrales como la avena son geniales, pero los productos de granos refinados y procesados ​​(como la pasta blanca, el pan blanco, el arroz blanco y la harina de maíz) no lo son. También debe evitarse cualquier alimento hecho con harina blanca, lo que significa galletas, galletas saladas, bocadillos, pasteles y cereales para el desayuno endulzados.

La harina blanca a veces se menciona como "harina de trigo" para que suene como el trigo integral, pero a menos que incluya la palabra entera , es probable que sea altamente refinada. Eso significa que actúa exactamente como lo hace el azúcar en su cuerpo, inyectando insulina y creando una respuesta diabética.

De hecho, hay muchos médicos y nutricionistas que recomiendan evitar los granos procesados ​​tanto como el azúcar porque el resultado es el mismo en lo que respecta a su hígado.

En su famoso libro Wheat Belly (disponible en Amazon), el Dr. William Davis dijo: "Como cardiólogo que trata a miles de pacientes en riesgo de enfermedad cardíaca, diabetes y la miríada de hechos destructivos de la obesidad, he observado personalmente un fracaso protuberante "la grasa del vientre desaparecerá cuando mis pacientes eliminen el trigo de sus dietas".

Una cita bastante poderosa, e incluso si no tienes una alergia al trigo, puede valer la pena tomar un descanso de todo el trigo y los alimentos con gluten durante un tiempo, al menos para ver cómo te sientes sin ellos.

4. Evita los refrescos

Varios estudios muestran que las personas que beben refrescos tienen un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad del hígado graso no alcohólico (NAFLD). La soda está literalmente cargada de JMAF y azúcar, que cubrimos anteriormente.

Sin embargo, es posible que se sorprenda al descubrir que los refrescos de dieta son tan malos para el hígado. El edulcorante El aspartamo es una sustancia química que debe ser procesada por el hígado, junto con todos los otros productos químicos y conservantes en gaseosa.

No solo son difíciles de digerir, sino que el aspartame literalmente puede engañar a tu cuerpo para que produzca insulina y eliminar el azúcar que no está presente, lo que provoca altibajos que hacen que tu metabolismo se descontrole e interfiera con la digestión y la capacidad del hígado para hacer su trabajo.

5. Limite las grasas saturadas

Si tiene hígado graso, es muy probable que las grasas contenidas en los productos animales empeoren las cosas. La mayoría de las carnes y productos lácteos son difíciles para su hígado. Especialmente evite la margarina, manteca, manteca, mantequilla, mayonesa y aderezos de ensalada a base de crema.

Elimine las carnes procesadas como el salame, la mortadela, así como la carne de res grasosa, el cordero, los alimentos fritos, el queso y la crema. Si se pone difícil a medida que se enfría, especialmente cuando se refrigera, es algo de lo que debe mantenerse alejado hasta que su hígado vuelva a estar saludable.

Las grasas saturadas hacen que su hígado trabaje más duro durante el proceso digestivo, lo que puede causarle dolor de estómago y, debido a que no se digieren por completo, la grasa puede incluso infiltrarse en el torrente sanguíneo y causarle malestar, hinchazón e inflamación.

6. Evita el helado

El hígado no es aficionado a los lácteos porque es difícil de digerir, y como discutimos, odia el azúcar (porque aumenta la insulina). Es por eso que se debe evitar el helado. Pero también hay otro motivo, uno que su médico probablemente no le dirá, y que tiene que ver con la temperatura de un alimento.

Los alimentos fríos reducen el calor natural del intestino superior, que es de 98.6 grados, hasta los 60 grados. Esto afecta la digestión, obligando al hígado a cumplir una doble función, ya que la comida no se degrada por completo cuando llega. El proceso de filtración normal es tenso, lo cual es duro para el hígado, los riñones y el colon.

Si bien el agua fría, el jugo de vegetales frescos y el té están bien, el helado es un cuádruple factor causante de la grasa, el azúcar, los lácteos y la temperatura.

7. Limite la ingesta de sal

La mayoría de los occidentales, y aquellos en otros países que han adoptado la dieta estadounidense estándar ponen niveles alarmantemente altos de sal y sodio en sus cuerpos.

Esto conduce a una tasa de enfermedades cardiacas, trastornos cerebrales y, sobre todo, a la deshidratación más altas de lo normal, lo que puede hacer que su hígado graso se sienta peor de lo que realmente es. El hígado necesita líquido, específicamente agua, para ayudar a que se aclare, razón por la cual las personas que padecen de hígado graso deben beber de 8 a 10 tazas de agua por día.

8. Alimentos que pueden contener aflatoxinas 
(como el maíz o la mantequilla de maní)

Las aflatoxinas son una familia de toxinas producidas por ciertos mohos que se encuentran en cultivos agrícolas como el maíz, los cacahuetes, la semilla de algodón y las nueces de árbol. En realidad, son un tipo de veneno que muta el ADN en el hígado y el tracto digestivo, destruyendo el tejido a nivel celular,

De hecho, el Instituto Nacional del Cáncer incluso dice que "la exposición a las aflatoxinas se asocia con un mayor riesgo de cáncer de hígado".

En pocas palabras, si tiene un problema hepático, debe evitar el maíz, la mantequilla de maní y el aceite de semilla de algodón, así como cualquier otra cosa en la que las aflatoxinas puedan estar presentes. Por lo menos, debe eliminar estos individualmente para ver cómo reacciona su cuerpo.

¿Qué hacer ahora?

En un mundo perfecto, dejarías de comer cada una de esas comidas peligrosas, y ni siquiera considerarías volver a tocarlas. Pero no vivimos en un mundo perfecto, ¿verdad?

Vivimos en un mundo impulsado por la conveniencia, la presión social, los presupuestos, las decisiones de último minuto y la gran cantidad de mercadeo de los grandes conglomerados de alimentos. Un mundo en el que nuestras decisiones no siempre están bajo nuestro propio control porque somos alimentados por otros, o comemos en familia, y algunas veces tenemos que comprometer nuestra dieta ideal para acomodar al grupo.

Así que considere esto como una guía a seguir, a menos, por supuesto, que esté bajo las órdenes de un médico (en cuyo caso, haga lo que le indiquen). Lo más importante es simplemente darse cuenta de lo que está poniendo en su cuerpo:

• ¿Cuánto azúcar?
• ¿Cuántas comidas procesadas?
• ¿Cuántos venenos?

Entonces, tendrás el poder de minimizar su consumo. Lea las etiquetas de los alimentos, cocine para usted y, sobre todo, deje de comer cuando esté lleno, en lugar de tratar de "limpiar su plato". Comer en exceso constantemente es una preocupación mucho más seria que tener un perro caliente ocasional.